Ambas ofrecen el mismo nivel de filtración (95%), pero siguen normas distintas: la N95 cumple los estándares de EE. UU. (NIOSH) y la KN95 los de China (GB2626-2019). Aunque su diseño y efectividad son similares, la N95 tiene un ajuste más riguroso en procesos de certificación.

Primero, lava tus manos. Luego, coloca la mascarilla cubriendo completamente nariz, boca y mentón. Ajusta los elásticos detrás de las orejas o cabeza, presiona la pinza nasal para que selle bien y asegúrate de que no haya espacios.

Está diseñada para un solo uso, pero puede utilizarse hasta 8 horas continuas. No se recomienda reutilizarla si está sucia, húmeda o ha sido usada en un entorno de alto riesgo.

No es lo ideal, pero en situaciones de baja exposición y con cuidados adecuados (almacenamiento seco y sin contaminación), algunas personas la reutilizan por corto tiempo. Nunca debe lavarse ni rociarse con alcohol o desinfectantes.

Verifica que tenga el estándar GB2626-2019, el nombre del fabricante y que venga sellada individualmente. También es importante comprar en proveedores confiables, ya que hay muchas falsificaciones en el mercado.

Sí. Es una de las opciones más recomendadas por su capacidad de filtración y ajuste facial. Sin embargo, su efectividad depende del uso correcto y de que no esté dañada o mal colocada.