Tipos de pozo a tierra: ¿Cuál es el adecuado para tu instalación?

El sistema de pozo a tierra es una herramienta de suma importancia en cualquier sistema eléctrico, ya sea residencial, comercial o industrial. La importancia de este sistema es disipar de forma segura las corrientes eléctricas no deseadas hacia el suelo, previniendo riesgos de electrocución, daños a equipos y fallos en el sistema eléctrico.

Este blog te ayudará a comprender los diferentes tipos de pozo a tierra, sus características, ventajas, y cuándo es recomendable elegir cada uno. Además, conocerás cómo influye el tipo de terreno, el nivel de humedad y la demanda eléctrica en su diseño.

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¿Qué es un pozo a tierra y por qué es importante?

Una puesta a tierra es una conexión directa entre un sistema eléctrico y el suelo, lo que permite disipar cualquier exceso de electricidad causado por fallos, cortocircuitos o descargas atmosféricas. Su función principal es proteger a las personas y equipos, ofreciendo un camino seguro para las corrientes eléctricas no controladas.

Es fundamental mantener un sistema de puesta a tierra en condiciones adecuadas, es necesario para cumplir con regulaciones técnicas y asegurar un funcionamiento seguro.

Factores que determinan el tipo de pozo a tierra

La selección del sistema de pozo a tierra más apropiado se basa en múltiples factores técnicos y geológicos. No es suficiente con excavar y fijar una barra; es fundamental evaluar el entorno y las necesidades específicas del proyecto

Principales factores a considerar:

  • Resistividad del terreno: Un suelo húmedo y arcilloso conduce mejor que uno seco o rocoso.
  • Tipo de instalación: Las necesidades difieren entre viviendas, industrias o subestaciones.
  • Espacio disponible: Algunos sistemas requieren más área horizontal que otros.
  • Carga eléctrica esperada: Instalaciones con alta demanda requieren mayor capacidad de disipación.
  • Normativas locales: Cada país tiene requisitos técnicos específicos.
  • Condiciones geológicas: Humedad, nivel freático y composición del suelo.

Tipos de pozo a tierra

A continuación, te presentamos los tipos más comunes y efectivos de pozo a tierra, explicados de forma clara y aplicando la información técnica de los blogs anteriores:

1. Pozo a tierra vertical

Es el método más clásico y uno de los más empleados en entornos urbanos o en sitios con espacio reducido. Implica cavar una excavación profunda (entre 2,40 m y 3,00 m), en la que se coloca una barra metálica (generalmente de cobre o acero galvanizado) que se une al sistema eléctrico.

Características:

  • Profundidad: 2,40 m a más de 3 m.
  • Diámetro de la fosa: entre 0,80 y 1 m.
  • Relleno: tierra tamizada, gel compactador o cemento conductivo.

Ventajas:

  • Alta eficiencia en espacios reducidos.
  • Derivación rápida de corrientes defectuosas.
  • Buena resistencia energética ante fallas eléctricas.

2. Pozo a tierra horizontal

Creado para suelos complicados, inundados o con abundantes piedras, donde cavar a gran profundidad resulta poco factible. En este método, los electrodos se instalan horizontalmente en una zanja de 40 cm de ancho, 60 cm de profundidad y entre 3 y 6 metros de largo.

Ventajas destacadas:

  • Mayor superficie de contacto con el suelo.
  • Menor profundidad de excavación (más económico).
  • Ideal para terrenos amplios o sin restricciones horizontales.
  • Facilita el mantenimiento e inspección.

Uso frecuente: Instalaciones industriales, plantas solares, zonas rurales o con suelo duro.

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3. Pozo a tierra químico

Ideal para zonas con alta resistividad, como suelos secos, arenosos o rocosos. Se utilizan sustancias como sales higroscópicas, geles conductores o cemento conductor para mejorar la conductividad alrededor del electrodo.

Puntos clave:

  • Disminuye la resistencia del terreno.
  • Prolonga la vida útil del sistema.
  • Ideal para climas áridos o zonas con baja humedad natural.

Requiere mantenimiento periódico para reponer los materiales químicos.

4. Pozo a tierra profundo

Empleada en lugares con voltajes elevados o en áreas donde la superficie del suelo presenta baja conductividad. Se realiza una perforación vertical hasta encontrar estratos más conductores, alcanzando incluso 30 metros o más.

Aplicaciones comunes: Subestaciones eléctricas, plantas industriales o zonas con alta densidad energética.

Ventajas:

  • Excelente disipación de grandes cargas.
  • Eficiencia en suelos difíciles.

Desventaja: Costo elevado de perforación.

5. Pozo a tierra en anillo (lazo perimetral)

Se coloca un circuito cerrado de cables en torno a una edificación, ampliando la superficie de conexión con el terreno y la seguridad del sistema. Es habitual en centros de datos, torres de telecomunicaciones o bases militares.

Beneficios:

  • Alta confiabilidad.
  • Buena distribución de carga.
  • Reducción de caídas de voltaje.

6. Pozo a tierra tipo malla

Se trata de un sistema de cables enterrados a poca profundidad, abarcando amplias superficies. Es perfecto cuando se requiere una considerable zona de disipación.

Usos comunes: Subestaciones eléctricas, campos fotovoltaicos, grandes industrias.

Ventajas:

  • Distribución homogénea de la corriente.
  • Alta capacidad de disipación.

¿Qué profundidad debe tener un pozo a tierra?

La profundidad se ve influenciada por elementos como la resistividad del terreno y la cantidad de carga eléctrica que se necesita descargar. Normalmente, un pozo vertical debería medir un mínimo de 2,40 metros, aunque en suelos con alta resistividad, podría ser obligatorio excavar más de 30 metros.

Para realizar esta evaluación con precisión, se sugiere llevar a cabo pruebas de resistividad del suelo utilizando técnicas como las de Wenner o Schlumberger, lo que garantizará una instalación eficaz.

Comparación entre los principales tipos de pozo a tierra

Tipo de PozoVentajas principalesConsideraciones
VerticalFácil de instalar, ideal en zonas urbanasRequiere profundidad mínima de 2,4 m
HorizontalEconómico, fácil mantenimientoNecesita espacio horizontal amplio
QuímicoExcelente en suelos secos o rocososMantenimiento periódico de químicos
ProfundoGran capacidad de disipaciónCostoso por la perforación profunda
En anilloAlta confiabilidad, muy seguroInstalación técnica y especializada
Tipo mallaCobertura amplia, ideal para instalaciones grandesRequiere más material y planificación

Mantenimiento del pozo a tierra

Un pozo a tierra necesita ser conservado en buen estado para asegurar que siga funcionando correctamente. Un sistema en mal estado puede amenazar la vida de las personas, causar incendios o resultar en sanciones por no cumplir con las normativas.

Buenas prácticas de mantenimiento:

  • Medir la resistencia de puesta a tierra al menos 1 vez al año.
  • Revisar conexiones, soldaduras y estado de los electrodos.
  • Reponer químicos o materiales conductivos según sea necesario.
  • Verificar el estado del terreno tras lluvias intensas o sismos. COD-268062

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