LUMINARIAS DE EMERGENCIA

Deben colocarse en rutas de evacuación, salidas de emergencia, escaleras, pasillos, entradas de edificios, ascensores y zonas comunes. La ubicación depende de la normativa local, pero lo ideal es que guíen al personal hacia salidas seguras.

Las más comunes son: autónomas (con batería interna), de balizamiento (señalan salidas), de iluminación general (proporcionan luz amplia), y combinadas (funcionan como luminaria normal y de emergencia al mismo tiempo).

La mayoría ofrece entre 60 y 180 minutos de autonomía, según su capacidad de batería. Algunas versiones industriales o para hospitales pueden tener mayor duración si se requiere más tiempo de respaldo.

Tienen un circuito que detecta el corte de energía eléctrica. Al activarse, la luminaria usa su batería interna para alimentar los LED y proporcionar luz. Cuando vuelve la energía, el sistema recarga automáticamente la batería.

Actualmente, la mayoría utiliza tecnología LED por su bajo consumo, larga vida útil y alta eficiencia. Esto permite una mayor duración de batería y menor mantenimiento comparado con tecnologías más antiguas.

La autónoma tiene su propia batería interna, ideal para instalaciones simples. Las centralizadas están conectadas a una fuente de energía común, como un banco de baterías o grupo electrógeno, y son usadas en edificios grandes o sistemas integrados.