ESPONJAS

La suave es ideal para superficies delicadas, como vajilla, vidrio o superficies pintadas. La abrasiva, con una cara rugosa, es útil para eliminar grasa adherida, óxido o restos difíciles en superficies metálicas o cocinas industriales.

No es recomendable. Algunas superficies pueden rayarse o dañarse con esponjas abrasivas. Por ejemplo, el acrílico, teflón o aluminio deben limpiarse con esponjas suaves. Lo ideal es asignar una esponja distinta por tipo de superficie o área.

Depende de la frecuencia de uso y el tipo de suciedad. En cocinas, lo ideal es cambiarla cada 1 o 2 semanas por razones de higiene. En ambientes industriales, pueden durar más, pero deben reemplazarse cuando pierden forma o absorción.

Puedes hervirla, meterla en el microondas humedecida por 1 minuto o sumergirla en una solución de agua con vinagre o cloro. Esto ayuda a eliminar bacterias, pero aún así debe reemplazarse periódicamente.

Está hecha de melamina, un material microabrasivo que actúa como una lija ultrafina. Solo necesita agua para limpiar superficies, removiendo manchas de paredes, puertas, zapatos, electrodomésticos, etc., sin usar productos químicos.