Incluyen mascarillas (quirúrgicas y N95), guantes desechables, alcohol en gel, protectores faciales, mamelucos, gafas de protección, cubrezapatos, termómetros digitales y dispensadores automáticos de desinfección.

La mascarilla quirúrgica protege principalmente a otras personas de las secreciones del usuario, mientras que la N95 filtra al menos el 95% de partículas en el aire, protegiendo activamente al usuario.

El protector facial cubre completamente ojos, nariz y boca de salpicaduras, gotas o partículas grandes. Es un complemento, no reemplazo, de la mascarilla. Se usa comúnmente en entornos médicos o industriales.

En ambientes con riesgo de exposición a patógenos, productos químicos o aerosoles contaminantes. Es usado por personal médico, brigadas sanitarias, trabajadores de limpieza y laboratorios.

Debe ser impermeable, resistente a microorganismos y, dependiendo del uso, a químicos. Se fabrican comúnmente en látex, nitrilo o vinilo y deben ser desechables después de cada uso.